El capitán de aquella selección italiana, Roberto Baggio, tenía como misión enviar a la muerte súbita a la su equipo, durante la serie de penales que definiría al campeón del mundo contra Brasil.
Baggio envió el balón sobre la portería, en una jugada que a la fecha no se logra explicar.
“Nunca había fallado un penal por encima del travesaño. Seguro fue el aire de Senna quien envió ese balón por encima” comentó posteriormente en una entrevista.